Las nueces suelen tener una cierta dureza, pero pueden romperse fácilmente ante impactos. Durante el proceso de empaque, la máquina debe minimizar colisiones y compresión, lo cual se logra con métodos de alimentación adecuados y velocidades de empaque controladas. Además, el sistema de alimentación debe incluir una estructura amortiguadora para proteger las nueces.
Las nueces contienen altos niveles de aceites que se oxidan al contacto con el aire, generando un sabor rancio y pérdida de calidad. Por ello, la máquina debe utilizar materiales que bloqueen eficazmente el oxígeno, como bolsas laminadas con aluminio, y eliminar al máximo el aire dentro del empaque. El empaque al vacío o con gases inertes como el nitrógeno ayuda a conservar la frescura del producto.
Los clientes pueden elegir la máquina de empaque más adecuada según las características específicas del producto.
Apto para: frutos secos, almendras, nueces, maní, semillas de girasol, chía, sésamo, granos, cereales y más.
Cuando se trata de alimentos, las normas de higiene son una prioridad. El equipo debe cumplir con estándares de grado alimenticio, ya que estará en contacto directo con los productos que consumen las personas. Las piezas que entren en contacto con los alimentos deben estar fabricadas con materiales certificados de grado alimenticio y contar con superficies lisas que eviten residuos. Las superficies rugosas pueden retener líquidos y facilitar el crecimiento bacteriano.
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